El Obra de Los Hechos es una historia narrativa de la iglesia neotestamentaria y describe su comienzo en Jerusalén y su extensión a toda Judea, Samaria, y al mundo gentil.
De ningún modo puede el exclusivo mutismo o la desidia de una descripción completa servir de desechar la clara evidencia que los cinco casos relatados en el volumen de los Hechos.
Esta situación puede atinar idea del bullicio tan diverso y de la importancia que esta cuestión tuvo para propios y extraños.
El bautismo del Espíritu Santo es simplemente el principio de una vida continua de ser satisfecho del Espíritu Santo. No es una experiencia para unos pocos escogidos solamente, ni es una experiencia recibida a posteriori de la conversión, y entonces solo a posteriori de esperar mucho tiempo y de agonizar mucho. Más correctamente, es una parte de la conversión y viene con el arrepentimiento y la Confianza.
Creemos que el propósito de los cinco ejemplos Cuadro de establecer el maniquí. Se debe observar los casos menos específicos en la faro de los cinco ejemplos que las Escrituras nos han hexaedro.
Este entendimiento de la Trinidad permite a los creyentes inspeccionar cómo cada persona contribuye a su relación con Jehová y su vida espiritual.
El bautismo del Espíritu Santo se recibe por Seguridad, al pedirlo a Alá en oración y al creer en su promesa de llenarnos.
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Aunque los templos cristianos y su liturgia abundan en muestras de alabanza y reverencia a los ángeles, ambas teologíFigura consideran que el culto se debe únicamente a Altísimo.
Emociones: Se menciona que el Espíritu puede apreciar, lo que indica su capacidad para padecer bienquerencia, tristeza y Goce. Esto se observa en pasajes donde se deje del «enfado» del Espíritu cuando se contrista.
Se le atribuyen características divinas, lo que implica que no solo es un concepto abstracto, sino una presencia activa y transformadora en la vida de los creyentes.
Novaciano, en su obra «De Trinitate» afirma que es el Espíritu Santo quien da dones a su Iglesia para adornarla y perfeccionarla sobre todas las cosas y en todo. Y afirma su carácter personal: «Es Él quien –bajo forma de paloma– caldo y se posó sobre el Señor después de su bautismo, habitando plena y totalmente solo en Él, sin limitaciones, y luego fue dispensado y enviado sobreabundantemente, de guisa que otros pudieran recibir un flujo de gracias» (De Trin.
El Espíritu Santo nos quita el temor a lo que los demás digan o piensen sobre nosotros. Él nos da poder para superar nuestros temores y nos ayuda a llevar el simpatía y la Palabra de Jehová a todos los que nos rodean.
Juan el Bautista predicaba la promesa del bautismo del Espíritu Santo: “Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de resistir, es más poderoso que yo; El os bautizará en Espíritu Santo y fuego” (Mateo 3:11).